Iniciamos la ruta de la seda saliendo de Tashkent hacia Samarcanda. Hacemos el trayecto en tren, en el sharq que es el expreso local. Un tren ancho y confortable. El trayecto dura 3 horas.
En Samarcanda nos instalamos en el hotel Abdul Rahmon. Básico con algunos problemas de fontaneria. Muy buen ambiente de viajeros. Alli conocimos François y Susana, la pareja alemana, los chicos ingleses Caloom y Jack, etc... este es un país de viajeros currados. El desayuno completísimo. 130.000S.
De Samarcanda destacar, como no, el Registan. IMPRESIONANTE. Es más espectacular de lo que se dice. Y de noche iluminado, no te digo, poesia. También visitamos la Bibi-Khanym mosque, el paseo de los reyes vivientes Shah-i-Zinda ¡PRECIOSO! y el mausoleo del Amir Timur.
Un paseo por el Mercado. Riquísimos dulces.
La mayoria de comidas las hicimos en el Café Labig'or. El menu de los restaurantes es tan poco variado que no vale la pena cambiar cuando encuentras uno que te gusta.
Con François y Susane fuimos a Shakhrisabz a una hora y media de taxi. Nos decepciono bastante.
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