El trayecto entre Samarcanda y Bukhara lo hicimos en tren, el Sharq, unas 3 horas, 32.000SUM.
Llegamos con una ligera lluvia. El hotel recomendado no resultó de nuestro gusto pero esto en Bukhara no es problema, la oferta hotelera es inmensa y todos prácticamente en torno a la plaza Lyabi Halls. A pocos metros de la plaza encontramos el hotel Nasredzin Navruz, muy limpio, la familia que lo regenta es muy agradable, excelente desayuno. 100.000SUM habitación doble.
En Bukhara no hay más que salir a la calle y perderse entre madrassas, mezquitas, palacio y la vida misma que se desarrolla en las casas de adobe que envuelven los monumentos.
Impresionante el Chor Minor.
Desde Bukhara fuimos en taxi compartido hasta Gitzduvan, un pueblo a unos 40 km. para visitar el Traditional Ceramics Work Shop, el taller de la familia Narzullayev. Una familia de 7 generaciones de ceramistas. El más joven nos enseñó y explicó todo el proceso, completamente tradicional, de su cerámica.
Vimos también a la madre haciendo un pan exquisito.
Al ser sábado el mercado estaba a tope. Un sitio recomendado para comer pescado.
En Bukhara nos invitaron a entrar en el circo:
Llegamos con una ligera lluvia. El hotel recomendado no resultó de nuestro gusto pero esto en Bukhara no es problema, la oferta hotelera es inmensa y todos prácticamente en torno a la plaza Lyabi Halls. A pocos metros de la plaza encontramos el hotel Nasredzin Navruz, muy limpio, la familia que lo regenta es muy agradable, excelente desayuno. 100.000SUM habitación doble.
En Bukhara no hay más que salir a la calle y perderse entre madrassas, mezquitas, palacio y la vida misma que se desarrolla en las casas de adobe que envuelven los monumentos.
Impresionante el Chor Minor.
Desde Bukhara fuimos en taxi compartido hasta Gitzduvan, un pueblo a unos 40 km. para visitar el Traditional Ceramics Work Shop, el taller de la familia Narzullayev. Una familia de 7 generaciones de ceramistas. El más joven nos enseñó y explicó todo el proceso, completamente tradicional, de su cerámica.
Vimos también a la madre haciendo un pan exquisito.
Al ser sábado el mercado estaba a tope. Un sitio recomendado para comer pescado.
En Bukhara nos invitaron a entrar en el circo:
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